Con dos años, los niños solo manipulan las piezas, las tiran al suelo, las apilan… De esta forma, aprenden a diferenciarlas por el tamaño y el color, y a relacionarlas entre sí. Pero, a medida que
crecen van descubriendo las múltiples posibilidades que ofrecen los
juegos de construcciones.
Más adelante, comienzan a encajarlas para armar objetos y escenarios parecidos a la realidad.
Más adelante, comienzan a encajarlas para armar objetos y escenarios parecidos a la realidad.
Descubriendo sus habilidades
Poco a poco, coordinará de forma cada vez más precisa sus manos y sus dedos con la vista y aumentará la dificultad de este juego, que le ayuda adquirir nociones básicas para comprender el mundo que le rodea. Nuestro hijo aprenderá a:- Entender conceptos espaciales como el volumen y las formas geométricas.
- Acercarse a las matemáticas: se da cuenta de que dos bloques pequeños equivalen a uno grande o que uno más uno son dos.
- Aprender a ser más organizados, pues el propio juego le acostumbra a clasificar las piezas.
- Ahora bien, no forcéis al niño para que aprenda. Es mejor que descubra sus habilidades por su cuenta, con vosotros a su lado para ayudarle en lo que necesite.
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