jueves, 31 de enero de 2013

Errores más comunes que cometemos con nuestros hijos



Creo que a veces, sin pensar, hacemos o decimos cosas que nos parecen inofensivas pero que en realidad no lo son tanto cuando se trata de un niño, y que puede tener un impacto en ellos que a veces ni siquiera sospechamos.
Por ejemplo, no respetar sus juegos y pretender que pase de una actividad a otra sin previo aviso (como cuando un niño está jugando y lo llamamos para venir a cenar). Los niños, sobre todo los niños pequeños, necesitan una transición de una actividad a otra. Conviene prepararlos diciéndoles cosas como “dentro de poco vamos a cenar”, y tal vez darles una referencia que ellos puedan entender: cuando suene la campana del horno, por ejemplo. Podemos invitarlo a que aparque los trenes de juguete en lugar de arrancarlo bruscamente del juego.
En estos días escribí sobre lo que creo que son 5 errores comunes que cometemos con los niños. Además de no respetar sus juegos ni sus tiempos, otro error es el de prometer lo que no estamos dispuestos a cumplir, por salir del paso (por ejemplo para evitar un conflicto con el pequeño, creyendo que luego olvidará su promesa). O no respetar las emociones negativas del niño: enfadarnos si se enfada, por ejemplo. Los niños también tienen derecho a expresar lo que sienten, y no tienen otras herramientas para hacerlo que el llanto o las rabietas. Eso no quiere decir que no les enseñemos a expresarse de una manera más constructiva, pero debemos empezar por respetar lo que sienten.

5 errores comunes que cometemos con los niños

A veces hacemos o decimos cosas sin pensar pero que tienen un profundo impacto en los niños, no siempre positivo y del que no siempre nos damos cuenta. Muchas veces hacemos estas cosas porque las hicieron con nosotros y nos salen de manera mecánica, o simplemente porque no nos tomamos el tiempo de ponernos en los pies de los niños, de ver el mundo a través de sus ojos.
Estos son algunos de esos errores comunes:

Error 1: Prometer algo que no vas a cumplir, pensando que el niño se distraerá y olvidará tu promesa

Esta es una táctica común en la crianza tradicional y se utiliza para evitar lágrimas o conflictos, pero el resultado termina siendo peor. Por ejemplo: el niño no quiere despedirse de los abuelos, así que le dices que lo llevarás al parque… cuando en realidad casi va siendo la hora de cenar y hay que volver a casa. Piensas: en el coche se distraerá, le daré un juguete, le cantaré una canción, lo que sea.
Y puede que tengas éxito, puede que el niño se distraiga y lo olvide… o puede que no. Y entonces no sólo se sentirá engañado, sino que además aprenderá a engañar a su vez.
Nunca, nunca, hay que prometer algo que no estamos dispuestos a cumplir. Si no lo hacemos (o no deberíamos hacerlo) con un adulto, mucho menos debemos hacerlo con un niño.

Error 2: Restarle importancia al dolor

Cuando un niño se hace daño y llora, muchas veces nuestra primera reacción (al menos en mi caso) es correr a consolarlo diciéndole "no ha sido nada" o "ya pasó", e inmediatamente intentar distraerlo. El problema en este caso es que nosotros no podemos saber qué tan intenso es el dolor del niño, eso sólo lo sabe él. ¿Con qué derecho le decimos que no ha sido nada, si sí que lo ha sido para él?
Si nos doliera algo y la persona que más queremos intenta restarle importancia a ese dolor, ¿cómo nos sentimos? Yo personalmente me siento no escuchada.
También creo que hay que darle espacio al niño para que interactúe con su dolor (sea físico o no), mientras nosotros lo acompañamos desde el respeto. Eso no quiere decir que no intentemos aliviarlo, pero sí creo que debemos cuidar mucho  las palabras y en lugar de decirle que no ha pasado nada, preguntarle cómo se siente, dónde le duele, si le duele mucho, etc.  Es decir, darle la oportunidad de que se exprese, en lugar de hacerlo nosotros por él.

Error 3: Considerar al juego sólo como un juego

El juego de los niños
Lo más importante que hacen los niños es jugar. A través del juego procesan sus emociones, interiorizan lo aprendido, digieren sus experiencias —y esto debe ser respetado. Nunca hay que interrumpir el juego de un niño a la fuerza porque es hora de hacer otra cosa. Es preferible que entremos nosotros también en el juego y desde allí lo encaucemos a donde queremos.
Por ejemplo, el niño está jugando con sus trenes y es la hora del baño. Podemos, por ejemplo, invitarlo a aparcar los trenes para navegar en su barco, que ya lo espera en el agua. Cualquier cosa excepto "deja los trenes y vamos al baño", que no hará sino generar resistencia.

Error 4: Obligarlo a compartir

Este tema daría para un post entero  :)  Creo que los niños aprenden a compartir de la misma manera que aprenden todo lo demás: de manera natural y con el ejemplo, nunca con imposiciones. Si no quiere prestarle sus juguetes a un amiguito o al hermano, lo mejor es negociar. A lo mejor no quiere darle justo el juguete que tiene en la mano, pero está dispuesto a compartir otro. O a lo mejor puede cederlo a cambio de otra cosa.

Error 5: No respetar sus emociones

Los niños, como los adultos, tienen derecho a enojarse, a estar tristes, a sentirse frustrados. A menudo pretendemos que los niños estén alegres y felices todo el tiempo: para eso son niños, tendemos a pensar.
Muchas veces nos sentimos amenazados o incómodos cuando un niño expresa sentimientos negativos, y creo que eso tiene que ver con nuestros propios sentimientos negativos no procesados, que el niño nos devuelve como espejo nuestro que es.
Creo que es importante darle al niño la oportunidad de expresar lo que siente. A menudo sólo sabrá hacerlo con el llanto, pataletas, tirando objetos, etc. En lugar de regañar podemos empatizar con lo que siente y conducirlo hacia otras formas de expresar sus sentimientos acordes con su edad (obviamente, un niño que no sabe hablar sólo tiene el llanto como medio de expresión). Lo que no debemos hacer es criticar, restarle importancia o ignorar sus sentimientos. A nosotros tampoco nos gustaría que lo hicieran con nosotros, ¿verdad?

¿Cuáles crees tú que son los errores más comunes que cometemos con los niños?


Hasta pronto amig@s¡¡¡¡

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